La palabra multiculturalidad designa un hecho, la presencia en un mismo escenario de diversas culturas, mientras que interculturalidad indica relación entre esas culturas, pues, de una forma u otra, los contactos entre culturas siempre se han dado y se dan en todas las sociedades esa situación puede influir en los procesos de investigación y se relacionan con la necesidad que tiene el investigador de realizar una reflexión de su personalidad, ya que muchas veces las deficiencias metodológicas provienen de influencias que se pudieran llamar socioculturales entre ellas: etnocentrismo, subjetividad, autoritarismo, dogmatismo, impresionismo, estereotipos, especialismo.
El etnocentrismo
El etnocentrismo es uno de estos obstáculos y consiste juzgar las creencias, los acontecimientos históricos y los comportamientos sociales de un pueblo partiendo de los códigos culturales de otro, las relaciones que derivan de esta actitud son de incomprensión y asimilacionistas.
Tendencia a erigir los valores y las costumbres de los grupos en que se ha nacido y se ha sido educado como normas infalibles de juicios y valoración de conductas de cualquier otro grupo cultural. En consecuencia cualquier valoración o forma de vida distinta será despreciada y condenada como incivilizada.
Se nace perteneciendo a determinado grupo social. Poco a poco, se va tomando conciencia de pertenencia a esos grupos. Del mismo modo que se adquirimos una identidad personal, así se va adquiriendo una identidad social, ni las personas ni los grupos viven aislados, por lo que ambas identidades se adquieren por comparación. Pero si la identidad social de una persona que pertenece a un grupo no es positiva, esta sufre dos posibles reacciones:
En las relaciones entre grupos diferentes y en situaciones de conflicto entre los mismos, siempre se produce un favoritismo endogrupal, "se barre para casa", lo que puede explicar fenómenos como el etnocentrismo. Junto a este favoritismo endogrupal, se produce una acentuación de las diferencias intergrupales y de las semejanzas intragrupales. Los grupos se perciben muy diferentes entre sí, así como muy homogéneos a sí mismos.
Una forma de favorecer a nuestro grupo es desfavorecer al otro, por lo que no sólo se da el favoritismo intragrupal, sino que se tiende a homogeneizar el exogrupo (desindividualizar a sus miembros) para acentuar sus diferencias con nuestro grupo, de ahí que pueda hablarse de, cuatro fenómenos intergrupales complementarios: el favoritismo endogrupal, la acentuación de las diferencias intergrupales, la acentuación de las semejanzas intragrupales y la homogeneización del exogrupo.
Como resultado de los procesos grupales, nos hemos pasado gran parte de nuestra historia marcando las diferencias entre el "nosotros" y el "ellos", fomentando actitudes de competitividad y rivalidad y trayendo a colación el concepto de enemigo.
Subjetividad, tendencia a juzgar los hechos observados y las situaciones que contemplamos tomando como base la emocionalidad o la afectividad, favorable o adversa, que una persona, un grupo, un hecho despierta en nosotros, dejando a un lado el examen rígido de las razones de nuestro juicio respecto a esa persona, grupo o situación.
Autoritarismo, tendencia a aceptar como verdadera una afirmación porque la ha dicho una persona que tiene un reconocimiento en la vida social o en el campo académico y científico, no por las razones de experimento o investigación llevada a cabo por esa persona en ese asunto concretamente. También se expresa autoritarismo a no aceptar como comprobada ninguna proposición en virtud de la autoridad de la persona que la afirma, sino en virtud de las razones o en el caso de la comprobación de esa verdad a que ha llegado la persona que la afirma.
Dogmatismo, tendencia a erigir fórmulas, que expresan convincentemente verdades indiscutibles al margen del estudio, de la crítica, de la discusión, está enlazado históricamente a las concepciones antidialécticas, que niegan la idea de la mutabilidad y el desarrollo.
Modo de pensamiento que opera con conceptos y fórmulas invariables sin tomar en consideración los nuevos datos de la práctica y la ciencia, las condiciones concretas del lugar y el tiempo, prescinde del principio del desarrollo creador y del carácter concreto de la verdad.
El dogmatismo lleva al sectarismo, a la renuncia al marxismo creador, al subjetivismo y a la ruptura con la práctica. Los dogmáticos no tienen presentes las condiciones cambiantes del desarrollo mundial, lo cual constituye una gran limitación para el desarrollo de las investigaciones.
Impresionismo, tendencia a fijar por medio de la persuasión en el ánimo de otra imagen no comprobada que intentan caracterizar un conjunto por una de sus partes de manera que queden fijadas en ellas y puedan ser reproducidas con fuerza y viveza.
Los prejuicios, introducen los elementos de emoción y acción. Se pueden definir como un juicio previo no comprobado, de carácter favorable o desfavorable, acerca de un individuo o de un grupo, tendente a la acción en un sentido congruente. Pueden ser positivos o negativos y atribuirse a un individuo o a un grupo.
Por último, el concepto discriminación hace referencia al componente comportamental de los prejuicios negativos, de hostilidad hacia otras personas. Puede ser directa y manifestarse en agresiones físicas o verbales, o indirecta y manifestarse a través de la legislación, el lenguaje, el currículo oculto, las actitudes, etc.
Estereotipos, tendencia a darle un lugar preferente a imágenes no comprobadas que desde la infancia se han formado en los individuos acerca de ellos o de otros.
Opinión o concepción muy simplificada de algo o alguien, prejuicio aceptado por un grupo, acerca de un personaje o de un aspecto de la estructura social.
Los rasgos que se atribuyen a un grupo, la imagen mental simplificada de los miembros de un grupo compartida socialmente, las creencias que atribuyen características a los miembros de un grupo, los estereotipos muestran dos aspectos fundamentales: son compartidos por mucha gente, no son imágenes mentales de una persona solamente, se atribuyen a una persona como miembro de un grupo y no como ser individual.
Los estereotipos pueden ser positivos, neutros o negativos. Se caracterizan porque son muy resistentes al cambio, se mantienen aun cuando existan evidencias en su contra, simplifican la realidad, generalizan, completan la información cuando esta es ambigua, orientan las expectativas. La información que es congruente con el estereotipo se recuerda con más facilidad.
Los estereotipos se forman y desarrollan en el interior de la persona, pero surgen de la
percepción social y de los procesos de socialización. En su formación coinciden al menos tres procesos cognitivos básicos que explican cómo se percibe la realidad que nos rodea:
La categorización social
La realidad es compleja y para poder aprehenderla mejor, organizamos los estímulos que recibimos de ella en categorías, los agrupamos (categoría "sillas", por ejemplo). Con los estímulos sociales (las personas) hacemos lo mismo y percibimos a la gente agrupándola en categorías sociales. Estas pueden ser amplias (los negros, los blancos, los judíos, las mujeres, los hombres...) o estrechas (las feministas, los machistas, los Rodríguez, mi familia, mis amigos, mis clientes...).
La comparación social
Las categorías sociales no son independientes. Los estereotipos marcan y exageran las diferencias entre categorías. Se trata de distinguir unas de otras separándolas y comparándolas entre sí. Cognitivamente, solemos exagerar las diferencias entre los distintos grupos sociales para poder organizar mejor la información exterior.
La atribución de características
Las categorías sociales no son meros receptores de información. Como estructuras cognitivas que son, tienen efectos sobre la codificación y organización, pero también sobre la selección de la información, sobre la evaluación 'que hacemos de la información, sobre los juicios, las creencias, las predicciones, las inferencias, las expectativas y las conductas.
Especialismo, proceso tácito o expreso de devaluar cualquier conocimiento que no está en el área de la ciencia de interés del investigador o en pretender que la ciencia cultivada por nosotros contiene todos los conocimientos o es igualmente válida en cualquier otra área de fenómenos.
Los aspectos señalados son de singular importancia para desarrollar un proceso de investigación que satisfaga la naturaleza de la cultura, en ese sentido tiene un gran significado algunas observaciones realizadas por Florián Znaniescki, cuando aborda “Los principios para la selección de los datos culturales” objetivo y satisfaga las necesidades para el área que se realiza, no obstante también resultan significativos las siguientes ideas:
Toda ciencia tiende a aproximarse a la objetividad completa. Pero el problema no es la actitud del científico, sino el carácter distinto de la realidad natural y cultural cuando viene dada como objeto de estudio impersonal.
Los Sistemas Culturales poseen en cambio lo que se conoce como coeficiente humanístico: los datos culturales como objetos de reflexión teórica del estudioso, pertenecen de antemano a la experiencia activa de algún otro y son tales que es esta experiencia activa la que los hace”. Ese “algún otro” refiere a sujetos históricos concientes y activos, individuos o colectividades que viven en un determinado espacio y periodo histórico. Si el científico se aparta del coeficiente humanístico e intenta estudiar los sistemas culturales como se estudia los sistemas naturales, el sistema cultural desaparece. y se convierte en una masa caótica de cosas y procesos naturales incoherentes. El coeficiente humanístico concierne tanto a la composición como a la estructura de los sistemas culturales.
Los elementos culturales no se definen solo por sus características en tanto cosas naturales (materiales), sino también, mediante las características que han adquirido (sentido), mediante la experiencia de la gente durante su existencia como objetos culturales. Los análisis naturales no detectan estas características, hay que indagarlas de dos modos: 1. Interpretando lo que directa o indirectamente comunica la gente sobre sus experiencias con esos objetos culturales y 2. Observando su comportamiento externo en relación a ellos. Esas características culturales de los objetos son los que inciden en los pensamientos, deseos y conducta de la gente respecto de ellos.
El coeficiente humanístico no es un criterio infalible, ni siempre fácil de aplicar. Hay a menudo conflicto entre las intenciones y las experiencias de diferentes agentes que cooperan en un sistema cultural.
En relación con el aspecto que se trata es importante tener en cuenta los principios de la investigación cultural:
Una tendencia cultural está siempre activa a menos que sea obstruida por un obstáculo práctico interno, principio de espontaneidad.
Una vez activa, una tendencia siempre logra la construcción del sistema de valores que empezó a construir y no otro, a menos que haya sido desviada por factores perturbadores. Llamamos a esto el principio del logro.
Tanto el principio de la espontaneidad como el principio del logro son presupuestos heurísticos, que, no pueden ser probados o refutados por cualquier hecho particular de la experiencia, sino solamente comprobados por su aplicación continuada como instrumentos para la interpretación científica y la explicación de hechos empíricos.
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